Es de sobra conocido que los perros tienen un sentido del olfato muy sensible. Desde hace décadas, los humanos hemos aprovechado su acusado sentido del olfato para entrenarlos y que así olfateen y localicen explosivos y drogas. La nariz de los canes está tan bien dotada que también pueden detectar virus, bacterias y signos de cáncer en el cuerpo, según ha descubierto la ciencia.

Como sucede como con otras enfermedades, el cáncer deja rastros específicos o trazas de olor en el cuerpo y las secreciones corporales de los seres humanos. Las células cancerosas y las células sanas afectadas por el cáncer, producen y liberan estas trazas de olor.

Perros de detección médica

Dependiendo del tipo de cáncer que se trate, los perros son capaces de detectar el olor que produce la persona enferma. Hasta donde se ha podido conocer mediante las distintas pruebas científicas que se han realizado hasta la fecha, los perros pueden detectar el olor en la piel, la orina, las heces, el sudor y el aliento.

Estos rastros detectables por el olfato son conocidos como firmas de olor y si los perros son instruidos, no solo son capaces de captarlos sino también de alertar a las personas de la presencia de un tumor. Los canes entrenados para que potencien estas cualidades que poseen se conocen como perros de detección médica.

Estudios e investigaciones científicas

Son varias las investigaciones científicas las que han demostrado que los perros pueden detectar muchos tipos de cáncer. Entre ellas, un estudio referido en la publicación BMJ Case Report.

Se ha comprobado que los perros entrenados pueden detectar con altos niveles de precisión el cáncer colorrectal olfateando el aliento y las heces acuosas de personas, incluso en etapas tempranas. Además, por si fuera poco, la presencia de inflamación intestinal o de enfermedades colorrectales no cancerosas no parecen afectar la capacidad de los perros para detectar este tipo de cáncer.

Con el cáncer de pulmón también sucede algo parecido ya que los canes tienen la capacidad de descubrirlo a través del aliento del enfermo. Un estudio científico reveló que un perro entrenado tiene una alta tasa de acierto al distinguir entre el aliento de las personas con y sin cáncer de pulmón.

En el caso del cáncer de ovario, detectan el tumor a partir de muestras de sangre, y el cáncer de próstata lo descubren olfateando la orina de un hombre.

Pero no acaba todo ahí, porque asimismo se conoce que los perros entrenados sólo para detectar el cáncer de mama también son capaces de detectar melanomas y cáncer de pulmón, lo que significa que debe de haber una firma de olor común en los diferentes tipos de cáncer.

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Ventajas frente a otros métodos de detección médica

Que los perros puedan detectar algunos tipos de cáncer es una gran noticia pero es que, además, el uso de estos animales es un método no invasivo y de escaso riesgo. Los perros de detección médica apenas presentan efectos secundarios y ofrecen reseñables ventajas gracias a que son móviles, se ponen a realizar la detección rápidamente y tienen la capacidad de rastrear un olor hasta su origen.

Por si fuera poco, también tienen el potencial de uso en entornos de atención al paciente o en laboratorios para identificar el cáncer en muestras de tejido de personas con sospecha de cáncer, sin necesidad de que el enfermo se encuentre presente.

Como sucede en los entornos científicos, estas noticias precisan de más investigación para que la efectividad y fiabilidad de la detección canina del cáncer se convierta a medio plazo en un estándar en beneficio de la salud humana.

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